En las calles de USA es común ver puestos de “perritos calientes”. En Singapur son de helados debido al sofocante calor. Y en
Japón, lo más corriente, es tropezarse con un carrito de
“Yaki-imo”, deliciosos boniatos asados.
Pero si tienes suerte, incluso puedes ver al legendario gato que elabora y vende estas delicias en la ciudad de Kurayoshi, prefectura de Tottori.
El
“Yaki-imo” es un aperitivo muy popular entre los japoneses, especialmente durante el otoño e invierno.
Hay varias maneras de prepararlos: asándolos con un montón de hojas caídas, a la parrilla con carbón, o incluso al microondas. Pero el método más extendido es utilizar piedras calientes.
En Kurayoshi, el vendedor más famoso de boniatos es sin duda Mikeneko Yamada. Nadie sabe de quién se trata en realidad, ya que este nombre es el de su personaje, un gato. Su uniforme de trabajo es un enorme disfraz de gato peludo que lo ha hecho enormemente popular entre los vecinos de la ciudad, y sobre todo entre los niños, por una ración muy obvia: ¡Es un gato vendiendo boniatos!.
Su fama ha ido extendiéndose por el país gracias a las
redes sociales, blogs y demás medios que se han hecho eco de su peculiar atuendo.
No sería de extrañar que en breve su imagen forme parte de una gama de productos o una
campaña publicitaria, ya que los japoneses son muy dados a ello.
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